Tiempo de calidad

Se habla mucho sobre el tema, que no nos preocupemos por la cantidad de tiempo que pasamos con nuestros hijos, sino de la calidad. ¿Y que se entiende por calidad?

Durante mucho tiempo nos han hecho creer que no importa si estamos 10 minutos o 2 horas con nuestros minis, nos decían que durante el tiempo que estuvieramos con ellos aprovecháramos para jugar, bañarlos, leerles un cuento, dedicarles en exclusiva un ratito de nuestro valiosísimo tiempo. Que les dedicáramos tiempo de calidad.

Bien. Pero ¿Que pasa con su tiempo? ¿Que hay de sus necesidades? 

Una vez me dijo una psicologa que lo más fácil para muchas familias era adaptar la vida de los pequeños a la vida de adultos, adaptar los horarios, adaptar las comidas, incluso las horas de sueño. Y que pocas eran las famílias que decidían respetar los ritmos de los nuevos integrantes. 

Cierto, es mucho más fácil arrastrar y acomodar a los más pekes de la casa a los horarios que nosotros estamos acostumbrados (antes de tener hijos, claro), pero no me parece lo más natural ni lo más justo.

Recuerdo a mi hermana después de tener a su tercer hijo, al terminar su permiso de baja maternal y agrupar su derecho de reducción de jornada por lactancia y enlazar con las vacaciones, que le tocaba volver al trabajo. Su hijo era tan pequeño... y se necesitaban tanto... Había sido un embarazo complicado, con reposo, un parto que casi le cuesta la vida... Ella sólo quería estar junto a él para celebrar que los dos estaban vivitos y coleando. Pues todo el mundo le decía: No te preocupes, te irá bien trabajar. Tu hijo estará bien en la guardería, hay mas niños y se socializan.

Seriously? Un niño de meses, ¿necesita socializarse? La respuesta es sí, pero no necesariamente con personas de su edad, relacionarse, socializarse es también con personas de otras edades, en la compra, en el parque, en encuentros con otras familias....

Lo que necesitan nuestros hijos es estar con sus familias, necesitan cobijo, necesitan crecer a nuestro lado para sentirse acompañados.

Necesitan también un gobierno que les cuide y mire por derechos. Porque ellos son nuestro futuro. 

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