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La corresponsabilidad

Se habla mucho de corresponsabilidad, pero creo que poco sabemos hacerlo. 

Cuando hablamos de corresponsabilidad con las amigas, la mayoría comentan que sus parejas no hacen nada de lo que esperan, que sus parejas no llegan ni a la suela de los zapatos (responsablemente hablando por lo que hace a la casa y a lxs hijxs). La frase más repetida suele ser; es que no me ayuda en casa. 

Ahí está el error, no es cuestión de ayudar, o sí. 

Para mí la corresponsabilidad es pactada, me explico. Cuando formamos pareja, lo ideal es pactar como queremos que sea nuestra relación, ahora y en un futuro. Pactamos viajes, pactamos salidas, pactamos navidades, pactamos si queremos hijxs o no, pactamos la alimentación que queremos para nuestrxs hijxs, pactamos todo lo que tenga que ver con nosotros. Con nuestra familia. Llegamos a acuerdos. 

¿Cuándo pactamos?

Hay familias que pactan des del principio de la relación y va todo sobre ruedas, porque hay diálogo, hay discusión con respeto, hay acuerdos.

Otras familias que hemos tenido que aprender a pactar, a ponernos de acuerdo, a hablar las cosas.

Pactamos cuando podemos, en realidad. Cuando la vorágine del día a día nos lo permite. 

Pactamos cuando hay algo que tratar. 

¿Qué pactamos?

En realidad se puede pactar todo, incluso la marca de papel de water que compramos en casa.

Pero en realidad vamos pactando sobre la marcha, etapa viene, pacto que se avecina. Por poner un ejemplo; pactamos sobre las salidas y entradas de la Número1 que ahora tiene 14 años, esa edad en la que empiezan a socializar de manera independiente y hay que tomar decisiones, sobre hora de llegada, días que se puede salir, si hay paga semanal... Dentro de un tiempo tendremos que pactar si se sale de noche, hasta que hora, desplazamientos acompañada, recogidas....

Sobre las pequeñas pactamos sobre alimentación, tipo de acompañamiento, valores... 

Nos apoyamos bastante, pero a veces estamos en desacuerdo. 

¿Y qué pasa si hay desacuerdo?

Nada, simplemente hacer el ejercicio que no somos iguales y que cada uno cría como puede, con su mochila del pasado a cuestas y con sus creencias, limitantes o no. Si esta muy fuera de nuestros valores los exponemos y debatimos y a veces discutimos, intentamos hacerlo des del respeto. 

¿Y las rutinas?

Pues por ejemplo los primeros años de vida de nuestras hijas, he renunciado al trabajo para poder cuidar de ellas en exclusiva, es algo pactado. En su momento hicimos números y miramos qué caprichos o gastos  debíamos dejar de lado para poder sostener nuestro proyecto.

Igual que pactaremos horarios y turnos cuando vuelva a trabajar. 

Las "tareas" se reparten, por ejemplo, yo doblo la ropa grande y la ropa interior la dobla él. 

Si yo hago la comida, él hace la cena. Si un día él tiene reuniones a tope, pues nada, asumo. ;) Otro día quizás lo necesite yo para mí, para mis cosas....

En definitiva, para mi, la corresponsabilidad es pactar con la pareja el qué y el cómo y que sea lo más equitativo posible a nivel de curas familiares, domesticas y familiares.

Y sobre todo nunca imponer ni dar por hecho. Que luego es cuando llegan los cabreos y las decepciones. 



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