Porqué no obligo a mis hijas a pedir perdón
Es habitual oír entre adultos pedir que las niñas y los niños pidan perdón por algo que han hecho, es casi automático. Seguro que sabéis de lo que hablo, típica escena en el parque dónde un@ le pega al otr@ y el adulto interviene diciéndole: "pídele perdón", el niñ@ va cabizbajo y hace lo que el adulto pide casi sin pensar en lo que está haciendo, sólo cumple órdenes.
Las niñas y los niños pequeñ@s, no saben lo que es el perdón, no han llegado a desarrollar el sentimiento del arrepentimiento, porque su cerbro no ha madurado en ese sentido. Si por aquí pasa algun@ expert@ en etapas madurativas y quiere aportar, sería genial.
Hace un tiempo leía un artículo, que me gustó mucho, donde comentaban una escena la alternativa a pedir perdón. Resumiendo, trataba de ofrecer cuidado a la persona que ha recibido el “dolor”.
¡Me pareció genial!
En vez de obligar al niñ@ a realizar una acción del perdón automático, lo que estás haciendo o intentado conseguir, es que se dé cuenta. Que tome consciencia, poco a poco y con el tiempo, que eso que ha ocurrido, que su incontinencia de rabia, tiene unas consecuencias. Algunas veces preguntar si está bien después de lo sucedido es suficiente, otras no.
Os pongo un ejemplo de lo que ha pasado hoy, estábamos las 4 en el comedor y la mediana le ha dado un golpe a la mayor (queriendo) y cómo he intervenido yo.
Yo acabando de poner la mesa para cenar, él acabando de preparar la cena, ellas en la habitación jugando….
Patapuuuum!!!! AAAAAAAA!!!! Sabéis de lo que hablo, ¿no?
Aparezco para intentar mediar y gestionar, previa respiración para no entrar a lo loco y chillando, que es un poco lo que me guía el instinto.
- ¿Qué ha pasado?
-Cada cual explica su historia… es que ella... pero ella más… porque ella primero…. (Les cedo el espacio para que expliquen su versión)
-Bueno, veo que no os habéis puesto de acuerdo, y probablemente te sientes enfadada por esto…
-Es que mira que me ha hecho!!! ¡Me ha dado un golpe en la cabeza!
-A la que ha dado el golpe la invito a que pregunte si necesita hielo, y si es el caso que se lo traiga para que esté mejor.
-Luego hemos seguido hablando de aquello que no han podido solucionar e intento calmar
Creo, que es importante que aprendan poco a poco a trabajar la empatía y pienso que ésta es una buena manera de ayudarles, sin juicios, recibir acompañamiento y ofreciendo cuidado a quién lo necesite, dando herramientas para cuando vuelva a suceder… Y sobre todo; sin gritos ni castigos.
Entender que están conociendo nuevas emociones y que si a l@s adult@s nos lleva tiempo aprender a gestionarlas, imaginad a l@s peques.
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